domingo, 30 de octubre de 2011

POESÍA


Sección Poesía:                 Alejandra Pizarnik

Nombrar a Alejandra Pizarnik es nombrar a un mundo. Cada poema suyo remite a un espacio único, escalofriante y revelador si somos sensibles a la posibilidad de asomarnos a cada pequeño poema como si fueran ventanas o alcantarillas que dan hacia la infancia, la noche o la otra orilla.
La lectura adolescente de sus poemas puede aumentar la perspectiva dolosa, intimista y por muchos momentos melancólica de un adolescente; una lectura más madura, es decir, menos inocente puede contribuir a sensibilizar la mirada dura de un lector aburrido o sensibilizar las palabras de un escritor rutinario y también puede recordarnos que, a veces, el secreto de la poesía está en cómo miramos la vida.
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una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
          la rebelión consiste en mirar una rosa             
                         hasta pulverizarse los ojos
Árbol de Diana

Poesía y vida
Ojalá pudiera vivir solamente en éxtasis haciendo el cuerpo del poema con mi cuerpo, rescatando cada frase con mis días y con mis semanas, infundiéndole al poema mi soplo a medida que cada letra de cada palabra haya sido sacrificada en las ceremonias del vivir”.

Como en muchos otros poetas, en Pizarnik la elaboración de cada poema, el trabajo con la palabra, consiste en un trabajo también con el vivir. Vida y poesía se funden en un solo cuerpo para dar lugar a la creación literaria.
Decir esto una vez más, es reproducir la misma lectura que ha hecho la crítica hasta ahora. Por eso quiero señalar la posibilidad de asomarse a la escritura de Alejandra como desde una ventana de un tren en el que se viaja por distintos lugares y regiones y que despierta en el viajero la posibilidad de reconocer zonas íntimas y subjetivas, zonas de una propia vida.
La relación entre la Alejandra poeta y la Alejandra persona-biográfica se puede leer una vez más en el esmero que la autora siempre tuvo por unir vida y poesía “en un solo instante de incandescencia”, como dijo alguna vez Octavio Paz refiriéndose al acto de escribir poesía.
En la obra literaria de Pizarnik, la experiencia vital y el trabajo con la escritura están íntimamente unidos en su sensible y particular modo de ver el mundo.
Lic. Lorena Di Lecce